RECICLATE Y DISFRUTA CONDUCIENDO

Kike, eres un gran instructor. Tienes mi agradecimiento por todo lo que me has enseñado. Ahora tengo mucha más confianza a la hora de conducir. En los últimos 2 meses he conducido en todas las circunstancias que antes me daban miedo, en montaña, lloviendo, de noche, por la autovía y por la ciudad. Y sin ningún problema. También he mejorado mucho a la hora de aparcar.

De nuevo, muchas gracias por todo lo que me has enseñado, Kike. Me ha sido imprescindible y de mucha ayuda.

Sin duda te recomendarte a quien me pregunté y necesite de tú experta ayuda.¡Un abrazo!

Me uno a todos los reconocimientos hacia este diamantazo de la docencia! Sólo tengo palabras de gratitud! La experiencia de aprendizaje con Kike ha sido de máximo empoderamiento, refuerzo y diversión! Él demuestra con su profesionalidad, su cercanía, su confianza, su sentido del humor y su paciencia algo que yo consideraba inalcanzable: que sí es posible reciclarse y disfrutar de la conducción! Gracias a ti ya no hay autobahn ni furgoneta germana que se nos resista! Un fuerte abrazo!

Darte las gracias por hacer que mi hija coja el coche y lo lleve a las mil maravillas. Aprendió contigo mucho mas con tan poquitas clases. Que con la autoescuela que dio un montón.

Muchos años después de haber cogido un coche por última vez y con dos intentos (frustrados) de clases de reciclaje me pregunté si en internet encontraría a alguien dispuesto a darme clases con mi coche… Dos meses después he cogido mi coche y algún otro. Sigue poniéndome nerviosa que me piten o que no me dejen mi tiempo para aparcar pero si no es por él no me hubiese vuelto a subir a un coche. Kike ES la solución.

Siempre con la sonrisa puesta, un buen rollo increíble y con el comentario justo para hacerte reír y así relajarte. Ya te he recomendado a una amiga y no me cansaré de hacerlo con quien lo necesite. ERES FABULOSO. Mil gracias y un beso enorme.

Que puedo decir aparte de Gracias? Llevaba más de 6 años sin conducir y cada vez me daba más miedo hasta el pensarlo; sin embargo no quería rendirme a estar toda la vida de copiloto. Para rematar me compré una furgoneta del 87 sin dirección asistida y con el cambio de marchas al revés, y claro, aparte del miedo, la frustración… Entonces encontré a Kike, que con toda la paciencia del mundo y muchas risas me ayudó a controlar ese cacharro de tres toneladas que ahora disfruto como una enana. Así que que sólo puedo recomendarlo al 100% y animaros a disfrutar de sus clases y su conversación. Gracias Kike!